Cuando un ser querido fallece, es necesario adecentar su cuerpo para obtener una imagen lo más fiel posible a la que tenía en vida.
¿Por qué?
Entre otras cosas, porque los familiares tendrán que reconocer al difunto y porque la mayoría de ellos solicitan que el cuerpo quede expuesto aunque sea de manera parcial durante el velatorio.
Su apariencia determinará el recuerdo con el que se queden, y es importante que sea grato.
Es ahí donde intervienen la tanatopraxia y la tanatoestética y el maquillaje de muertos.
Por todo ello, en este artículo te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre la tanatopraxia con la ayuda de nuestros compañeros funerarios de Almería.
¿Qué es la tanatopraxia?
La definición se puede encontrar en su propia etimología de la palabra, ya que en la mitología griega Tánato era el dios de la muerte, y “praxis” quiere decir práctica.
La tanatopraxia, por lo tanto, aglutina las acciones de higienización, restauración, conversación y retoque estético de un cuerpo.
Es un proceso al que se someten todos los cadáveres, o la mayoría, que toma alrededor de una hora y que requiere de unos procedimientos u otros en función de la causa de la muerte.
Tanopraxia y tanoestética: diferencias
La tanatoestética es una práctica propia de la tanatopraxia.
De hecho, en los cursos que se proponen para conseguir este título profesional, el maquillaje constituye uno o varios bloques del temario que se combina con otros como la anatomía y fisiología o las alteraciones postmortem.
A la hora de actuar sobre el cuerpo, la tanatopraxia engloba prácticas más propias de la sanidad, por así decirlo, mientras que la tanatoestética se ocupa de usar cosméticos y procedimientos para el cuidado estético del difunto.
Preguntas frecuentes
¿Cómo se realiza la tanatopraxia?
El objetivo de la tanatopraxia es conservar el cadáver de forma temporal o definitiva, para dejar el cuerpo en un estado lo más natural posible.
Para ello, se desinfecta el cadáver de bacterias que aceleren su descomposición.
En general, el proceso incluye la identificación de rigor, el lavado y desinfección, el taponamiento de boca (que se sutura) y la nariz, y luego vendrá el maquillaje y el peinado.
En concreto, el tanatopractor se ocupa de extraer tejidos, retirar prótesis y dispositivos como el marcapasos y usar biocidas para conservar o embalsamar el cuerpo.
Además, en algunos caso habrá que recomponer partes que hayan sufrido especialmente los efectos de una enfermedad o de un traumatismo, dar puntos de sutura donde se requiere y ocultar marcas en la piel, algo que suele quedar más en el plano de la tanatoestética.
¿Quién realiza la tanatopraxia? ¿El tanatopractor?
El tanapractor es el profesional que realiza estas prácticas, y está especialmente formado para ello.
Dado que el proceso tiene que hacerse con la mayor brevedad posible, los equipos se pueden componer de más de una persona.
Sobre todo si el cuerpo está demasiado deteriorado.
¿Dónde se realiza la tanatopraxia?
Es habitual que las prácticas de tanatopraxia y tanatoestética se lleven a cabo en el mismo tanatorio donde se va a velar el cadáver.
¿Se incluye siempre la tanatopraxia cómo servicio funerario?
Sí, estas práctica forman parte de los servicios funerarios habituales de una delegación funeraria que se activan cuando una persona fallece. Pueden estar cubiertos o no por un seguro de decesos.
¿Cuándo se realiza una tanatopraxia?
Una vez se obtiene el certificado médico de defunción, los agentes funerarios podrán manipular el cadáver para trasladarlo y adecentarlo.
Sobre todo, se da este procedimiento cuando la muerte se produce por causas naturales, en caso de tratarse de un fallecimiento repentino y/o violento se entrará en el terreno de lo judicial y habrá que esperar.
Es habitual que un cadáver pueda enterrarse pasadas las 24 horas que hay que esperar por ley.
Dentro de estas 24h y antes del velatorio deberá actuar el tanatopractor.