¿Quién no ha paseado alguna vez por un cementerio y se ha quedado mirando alguna lápida funeraria que le ha llamado la atención? Lejos de parecer una actividad tétrica, los cementerios son lugares de paz a los que se va para presentar respetos a los seres queridos y las lápidas se configuran como gran herramienta para el recuerdo de quien tras ella yace. Además, la creatividad artística tiene lugar en su producción.
¿Qué son exactamente las lápidas funerarias? ¿De qué tipos se pueden encargar? ¿Cuánto cuestan? Son algunas de las cuestiones que abordamos a continuación.
¿Qué son las lápidas funerarias?
Las lápidas son piedras llanas sobre las que se pone una inscripción o epitafio, siguiendo una definición general.
Sirven para sellar el nicho o tumba donde se entierra un fallecido, y muestran sus datos personales para que familiares y amigos le puedan localizar: nombre y apellidos, fecha de nacimiento y fallecimiento y alguna frase conmemorativa.
Con frecuencia, en las lápidas se incluyen símbolos e imágenes, como los religiosos, así como la fotografía de la persona fallecida.
Tipos de lápidas que existen
El catálogo de lápidas es amplio y habitualmente es la oficina o sede funeraria de Granada, Madrid, Barcelona o dónde sea quien muestra a la familia el amplio catálogo de opciones que existen: desde las más clásicas a las lápidas de diseño, hay bastante donde elegir.
Una primera clasificación de las lápidas podría atender al material que se emplea en ellas. En otro tiempo se usaban las lozas de piedras del campo, pero desde ahí el abanico se abrió a la pizarra, la caliza, el mármol, el granito, la arenisca o incluso la madera, cada uno con sus ventajas e inconvenientes.
Pero más que el material, la disposición y la forma de la lápida será lo más significativo de una lápida y sus diseños componen la imagen del propio cementerio. Dichas formas de lápidas dependen principalmente de:
Las placas que se colocan sobre los nichos. Son piezas planas y rectangulares de piedra o granito generalmente, aunque también pueden tener forma de cúpula.
El marcador, por su parte, es un bloque de piedra que se coloca sobre la tumba para marcar la ubicación, y que también se talla para dar datos de la persona fallecida allí enterrada. La información suele ser más escueta que en las placas, pues se limita a fecha y nombre, y un subtipo de esta son los marcadores inclinados.
El marcador o lápida también se puede disponer en forma de cruz latina, de calvario o celta, incluso de obelisco o columna. Quizás no sea un formato tan habitual en España, pero si resulta conocido por su peculiaridad.
¿Qué se ha de tener en cuenta antes de comprar una lápida?
Lo más relevante es el material. El más habitual es el granito, ya que es el que mejor se comporta ante la variedad de condiciones climatológicas y el paso del tiempo. El clima, precisamente, es uno de los factores que más influyen en la elección del material. El precio también influye por supuesto pero principalmente los materiales.
Por todo ello, lo mejor es dejarse asesorar por un experto para conocer las mejores opciones dentro de tus posibilidades. Normalmente, las funerarias cuentan con un amplio catálogo razonablemente amplio, pues las circunstancias de las familias que deben escogerlas es muy variada.
Algunos fabricantes disponen simuladores para poder mostrar a las familias una imagen de cómo quedará la lápida, atendiendo todas sus peticiones de color, forma y diseño. Puede ser útil, pero no es muy habitual dedicar demasiado tiempo a la elección. Además, es frecuente que se atiendan los deseos del familiar fallecido.
¿Cuánto cuestan las lápidas?¿Cuál es su precio?
El precio de una lápida viene determinado, como hemos visto, por el material, la técnica de grabado a emplear y el acabado, entre otros factores. Dada la variedad, hay un rango amplio de precios.
Un ejemplo: una lápida de granito de dos centímetros de grosor puede costar unos 150-200 euros. Cortarla a media y pulirla supone agregar unos 50 euros, y grabarla con los datos de la persona fallecida más una dedicatoria son otros 100 euros.
Como mínimo, el precio de comprar una lápida sencilla sería de 300 euros a la que habría que sumar la técnica a emplear.
¿Dónde comprar lápidas para nichos?
Quien trabaja las lápidas en función de los materiales y el modo especificado por la familia es el marmolista. Si así lo desean, los seres queridos de un fallecido puede ponerse en contacto con el marmolista directamente.
Lo habitual, sin embargo, es que la familia hable directamente con el agente funerario para elegir tanto este como otros detalles relacionados con el acto funerario.
Complementos para lápidas
Las incrustaciones en las lápidas se consideran complementos y, aunque encarecerán el precio final, jugarán un papel destacado en el resultado final. Entre el resto de omplementos destaca uno en concreto que son las placas.
Las placas de acero inoxidable para lápidas o columbarios son frecuentes y suelen contener bien los datos personales del difunto o bien alguna frase conmemorativa. Estas se pueden usar de forma provisional hasta que esté lista la lápida.
Algunos especialistas se dedican a la venta online de placas, de manera que con una herramienta digital se puede incluir lo que se desee y recibirla en casa.
Frases e inscripciones para lápidas
Lo más estándar es también lo más frecuente. Hablamos de frases como DEP, QEPD, RIP (no del inglés “rest in peace” sino del antepasado latino “requiscat in pace”) o “Tu familia no te olvida”. Es posible que también hayas visto en el cementerio la sigla STTL, del latín “Sit tibi terra levis” (que la tierra te sea leve).
A partir de ahí, las posibilidades son ilimitadas, aunque siempre habrá que ceñirse a un espacio concreto. Muchas familias optan por incluir algún poema, epitafio o una frase que representase al difunto.