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Fideicomiso testamentario: qué es y para qué sirve
fideicomiso testamentario

Fideicomiso testamentario: qué es y para qué sirve

Tabla de contenidos

La legislación española contempla diferentes herramientas de las que hacer uso llegado el momento de disponer los bienes.

Una de ellas es el fideicomiso testamentario, una institución que ofrece flexibilidad si se usa debidamente.

Por ello, te contamos todo lo que necesitas saber sobre ello en este artículo escrito junto a nuestros profesionales funerarios de la delegación de Salamanca.

Qué es el fideicomiso testamentario

El fideicomiso testamentario es una disposición mediante la que el testador deja su herencia o parte de ella a alguien que, llegado el momento, lo transmite a otra persona o la invierte de la manera en que haya dispuesto.

Es decir, lo que hace el testador es encargar a una persona la administración y conservación de sus bienes hasta que deba entregarlos al beneficiario.

El procedimiento descrito implica que aparezcan varias figuras.

El causante o fideicomitente es el testador, es decir, la persona que es inicialmente propietaria de los bienes.

Es en el testamento donde especifica cómo debe funcionar el fideicomiso.

El heredero fiduciario, por su parte, es quien recibe el patrimonio pero no para su propio disfrute, sino para administrarlo.

Técnicamente es el heredero en primera instancia, pero no el definitivo.

Deberá conservar los bienes y los derechos sobre estos para transmitirlos en su momento, pero también puede tener encomendada su administración con autonomía y libertad.

En ese caso, no consultará ni informará al heredero último las operaciones en torno a la gestión de activos, y por lo tanto se habla de fideicomiso ciego.

La otra figura relevante es la del heredero fideicomisario, que es el heredero final.

El fideicomisario testamentario recibirá lo dispuesto por el testador de manos del heredero fiduciario cuando llegue el momento.

Cuándo se recurre al fideicomiso

Se suele recurrir al fideicomiso cuando se quiere tener un control mayor sobre el fin de los bienes que componen el caudal hereditario.

Este control, como se podrá intuir, es mayor que el ofrece el testamento en sí mismo.

Sirve también para designar bienes a una persona que no puede heredarlos porque no cumple algunos de los requisitos que recoge la legislación vigente.

Para qué sirve y cómo funciona en España

Al fideicomiso en España se le conoce también como sustitución fideicomisaria, porque el heredero fideicomisario sustituirá al heredero fiduciario en la ostentación.

Precisamente los artículos 774 al 789 del Código Civil, de la sección “Sustituciones”, aborda lo concerniente el procedimiento.

El artículo 781 señala que en las sustituciones fideicomisarias se encarga al heredero que conserve y transmita el patrimonio a un tercero, sea todo o la parte.

Pero serán válidas y surtirán efecto siempre que no pasen del segundo grado, o si se hacen en favor de personas que aún vivan cuando muera el testador.

Además, el llamamiento deberá ser expreso para que se considere válido.

El fiduciario tiene la obligación de entregar la herencia al fideicomisario, sin más deducciones que las correspondientes a gastos, créditos y mejoras, y siempre que el testador no dispusiera otra cosa.

En caso de que fallezca el heredero fideicomisario, sus derechos pasarán a los herederos.

¿Qué sucede con la legítima?

Precisamente el artículo 782 del Código Civil indica que las sustituciones fideicomisarias nunca pueden gravar la legítima, a no ser que hablemos de la legítima estricta a favor de un hijo o descendiente incapacitado judicialmente.

En caso de que la sustitución fideicomisaria recaiga sobre el tercio de mejora, solo podrá hacerse a favor de los descendientes, según el artículo citado.

Derechos y obligaciones del heredero fideicomisario

Según nuestro ordenamiento jurídico, el fideicomiso en España implica obligación.

Al aceptar la herencia, el heredero fiduciario se compromete a conservar los bienes contenidos en ella y entregarlos más adelante al heredero fideicomisario, según cómo lo haya dispuesto el testador. Por lo tanto, esa obligación es doble: se debe conservar y transmitir el patrimonio.

Por otra parte, el fideicomiso puede ser de diferentes tipos dependiendo de varios parámetros.

Por ejemplo, puede ser condicional o a plazo.

En el primer caso, el fideicomitente impondrá una condición.

Si el heredero fiduciario la acepta, aceptará también la obligación de transmitir los bienes en el futuro.

Si es fideicomiso a plazo, habrá que considerar un lapso de tiempo determinado.

El fideicomiso de residuo

Es otro tipo de fideicomiso que debemos destacar.

El testador puede decidir si la obligación del heredero fiduciario es solo conservar y entregar el patrimonio que le ha sido asignado o si, además, tiene que ocuparse de su gestión patrimonial.

En este último caso, podrá disfrutar también del patrimonio.

Si se trata de un fideicomiso de residuo, es posible que el heredero final o indirecto no reciba nada del fiduciario, porque ha consumido todo el patrimonio.

Es probable que así sea si el causante no reservó una parte del patrimonio transmitido al heredero final, aunque no siempre sucede.

Hay que considerar, además, que el testador puede implantar las cargas que quiera, y el fiduciario tendrá la obligación de respetarlas sin necesidad de reponerlas.

De esta forma, supongamos que un testador dispone una aportación anual para alguna causa social, proveniente de su patrimonio.

El fiduciario tendrá que hacerlo, y no tendrá que reponer tales aportaciones al momento de que el fideicomisario reciba la herencia.

Tributación del fideicomiso en España

La sustitución fideicomisaria conlleva realizar dos liquidaciones: la primera la hará el fiduciario, y la segunda el fideicomisario.

En el primer caso, el impuesto se calcula sobre la base del patrimonio que queda en situación de sustitución fideicomisaria.

Y en el segundo se calcula sobre el valor de todos los bienes heredados.

Supongamos que una persona quiere asegurarse de que su empresa se mantiene en activo incluso después de su fallecimiento.

Puede usar la institución de la sustitución fideicomisaria en testamento nombrando a alguien que actúe como fiduciario, por ejemplo, su hijo.

Este último podrá disfrutar de los beneficios derivados de la actividad empresarial y mantener el control, pero tiene que mantenerla y transmitirla al fideicomisario.

Según lo que estableció el testador, será el hijo menor de edad del fiduciario, es decir, su nieto.

En primera instancia, es el hijo como fiduciario quien paga impuestos por el usufructo de las acciones que recibe en herencia.

El nieto, que es el fideicomisario, será el que pague los impuestos que correspondan por pasar a ostentar el pleno dominio del bien.

Ejemplo de fideicomiso

El ejemplo anterior sirve para ilustrar un deseo recurrente que motiva recurrir al fideicomiso: evitar que el patrimonio salga de la línea familiar.

Es muy frecuente que afecte a las acciones de una empresa familiar, pero también es posible dejar territorios en fideicomiso o cualquier otro tipo de bien, ya se trate del total de la herencia o de solo una parte (siempre respetando la legítima y otros).

Pero veamos otro ejemplo: un hombre ha dispuesto en su testamento que su esposa sea heredera fiduciaria de sus bienes.

No puede disponer de lo que se genere por transmisiones lucrativas, pero sí disfrutar de las rentas que generen los mismos.

Los fideicomisarios que ha nombrado para cuando se produzca el fallecimiento del anterior son los hijos.

¿Qué consigue el testador con esta actuación?

Por un lado, que la esposa no done ni regale los bienes, aunque sí puede usarlos y disponer de ellos.

En caso de que venda algo, que puede hacerlo, el dinero no será para ella, sino que pasará a engrosar la masa hereditaria.

Y, si se vuelve a casar, no será su nuevo marido quien herede los bienes ni parte de ellos, sino sus hijos como fideicomisarios.

Conclusiones.

Con todo, el fideicomiso es una herramienta que da garantías al testador acerca del futuro de los bienes.

Es necesario hacer testamento, y para asegurar su validez también es recomendable ponerse en manos de un especialista.

PD. Si necesitas ayuda en esta materia lo mejor será acudir a nuestras funerarias para que te asesoren o te ayuden a buscar un profesional en la materia.

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