No deberíamos tener que dar consejos sobre cómo superar la muerte de un hijo porque no debería ser algo que los padres tuvieran que afrontar.
No se nos prepara para afrontar ninguna muerte cercana, menos aún la de un hijo.
Duele la muerte de los hijos sea cual sea su edad, por eso nuestros compañeros de la oficina funeraria de Madrid nos han ayudado a redactar este artículo en el que tratamos de proporcionarte información útil ante estos duros momentos.
Cómo afrontar la muerte de un hijo
La muerte de un hijo no se parece a la de ningún otro familiar. Si aún era un niño o un adolescente, acompañará esa sensación de incapacidad y sensación de desamparo por no haber podido proteger a un ser vulnerable.
Es posible que sufras una conmoción inicial o un bloqueo emocional que se manifestará en aturdimiento, y que no te permitirá responder ante personas o hechos que tengan lugar a tu alrededor.
Lo ideal es pedir ayuda con los trámites, por ejemplo, con los preparativos del funeral.
También es probable que se produzca un impacto retrasado que, como explica UCLA Health, es no sentir totalmente la conmoción por lo sucedido hasta varias semanas o incluso meses después. Por eso el primer aniversario de la muerte suele ser una fecha dolorosa.
Prepárate para tener sensaciones como la culpa, la frustración o ira durante el duelo, además de un hondo pesar y una tristeza que sientes que no se irá nunca.
Busca el apoyo de tu entorno y date tiempo para procesarlo todo y pasar tu duelo.
Encuentra consejo para afrontar otro momento duro, como es el de contarlo a hermanos/as.
Aunque emplees un lenguaje adaptado, habla con honestidad, no uses eufemismos y resuelve sus preguntas. Sin olvidar tu duelo, muéstrate más cariñoso/a con ellos/as, pues posiblemente sientan miedo y desazón.
Basándonos en nuestra experiencia con lo que tiene que ver con la muerte, el acompañamiento y el duelo, así como consultando fuentes especializadas, desarrollamos un post sobre el duelo infantil que te invitamos a leer detenidamente.
¿La muerte de un hijo nunca se supera?
Lamentamos comunicarte que no, pero esta afirmación tiene sus matices.
Realmente, nunca es sencillo superar la muerte de un ser querido.
La pérdida de una madre, o la muerte de un padre o una pareja harán que nuestras vidas no vuelvan a ser iguales, menos aún si se trata de un hijo.
Su fallecimiento se siente como la pérdida de parte de uno/a mismo/a, y el duelo acompaña siempre.
Sin embargo, la intensidad de un sentimiento como la tristeza irá remitiendo y, con el tiempo, primarán los recuerdos felices que te proporcionen confort.
El dolor se quedará, pero irá siendo más y más manejable hasta el punto de no determinar cualquier cosa que hagas en tu vida, como sí sucederá al principio.
Aprenderás a vivir con el recuerdo y reubicarás los sentimientos que te provocaban la relación con él/ella, aunque ciertos lugares, objetos o eventos te lo traigan a la memoria.
Cómo superar la muerte de un hijo
Aprender cómo superar la muerte de un hijo pequeño, de un adolescente o de un adulto no es fácil, pero debes intentarlo.
Repasamos algunos de los consejos que da la Sociedad Española de Cuidados Paliativos.
1. Busca apoyo y no te aísles
Es normal que quieras pasar tiempo en soledad, que a veces no te apetezca hablar o que, directamente, el silencio sea lo más reconfortante.
Si necesitas sentirte acompañado/a, dilo.
No tengas miedo de pedir ayuda a tu familia o a tu comunidad para encontrar aquellos círculos que te aligeran la pena.
2. Tómate tu tiempo
No hay un tiempo determinado para pasar el duelo y cada uno encara las etapas del duelo de forma distinta, y lo habitual es que el de un hijo dure más tiempo que el de cualquier otra persona.
Date tu tiempo, pero ve marcándote unas pequeñas obligaciones en ciertos plazos.
El objetivo es encontrar un motor, no aislarte e ir recuperando vida social poco a poco.
3. Pospón las decisiones importantes
Ocúpate de reajustar tu vida después de la pérdida y de cuidar tu salud, sin más.
No es tiempo para plantearse grandes cambios como vender la casa o tener otro hijo, porque no vas a poder esconder tu dolor tras esos proyectos.
4. Encuentra los caminos para expresar tu dolor
Canalizar lo que sientes a través de una actividad que te guste hacer y que te ayude puede ser muy productivo.
Hablamos de escribir un diario o cartas a tu hijo, recurrir a un cajón de recuerdos que conserves de él/ella, pintar, etc.
Dee esta forma aliviarás los síntomas emocionales propios del duelo.
5. Deja los recuerdos brotar y exponte a ellos gradualmente
Recordar y compartir los momentos buenos y malos con las personas de tu entorno ayuda a no reprimir lo que sientes, lo que será contraproducente.
Deja fluir, pero ve exponiéndote de manera gradual a aquello que te cause más dolor, como fotos y objetos.
El sufrimiento irá disminuyendo.
6. Toma aire
Salir a dar un paseo por tu zona o una escapada a la naturaleza para respirar aire puro, te ayudarán a darte treguas.
Intenta cambiar de escenario para despejarte.
7. Anticipa los días dolorosos
Tarde o temprano llegará la Navidad, el cumpleaños o el aniversario de su muerte. Son fechas duras en las que sentirás especial tristeza, por eso debes anticipar planes en familia o con amigos/as para no pasarlo especialmente mal.
8. Cuídate
A un cuerpo sano le resultará más fácil tirar de una mente que está sufriendo, como sucede al revés.
Come bien, haz algo de deporte, descansa y evita los hábitos tóxicos.
9. Date permiso para disfrutar de la vida
Poco a poco debes retomar tu estilo de vida, sobre todo aquellas cosas que te resultaban placenteras con anterioridad.
No te prives de disfrutar y busca nuevas actividades que te hagan bien.
10. Pide ayuda a profesionales
No esperes a desarrollar una enfermedad para empezar a cuidarte, lo que implica pedir ayuda cuando sea necesario.
No hablamos solo de psicoterapia, sino también de ponerte en manos de un/a médico/a y, si lo estima conveniente, de iniciar un tratamiento farmacológico.
Consejos finales
Ten paciencia, tómate tu tiempo, no te aísles y busca aquello que te resulte reconfortante. Así se condensan todos los consejos dados.
La lectura te puede ir bien porque ayuda a comprender el proceso de duelo, te hace reflexionar y aceptar la muerte como algo natural, te enseña estrategias para afrontarla y otros beneficios.
Entre los libros que te pueden servir están La pérdida de un ser querido. El duelo y el luto, de Marcos Gómez; o La muerte: un amanecer, de E. Kübler-Ross. Hay muchos otros.
Afrontar la muerte de un hijo es, con toda probabilidad, lo más difícil que vas a hacer en tu vida.
La pérdida te marcará para siempre, pero no suprimirá nuevas oportunidades que se presentarán ante ti.
Te las mereces y tienes derecho a volver a ser feliz, aunque su recuerdo y el dolor de su marcha siempre te acompañen.
PD. Si necesitas ayuda psicológica quizás en tu oficina funeraria más cercana puedan recomendarte un profesional especializado en esta materia.