La evolución de los coches fúnebres a lo largo de la historia es muy extensa.
Por ello, queremos contarte con la ayuda de nuestros compañeros de la oficina funeraria de Valladolid toda su historia y despejar las dudas habituales sobre qué es un coche fúnebre, qué tipos existen o qué características los convierte en aptos para dar un servicio fúnebre.
¿Qué es un coche fúnebre?
Un coche fúnebre es aquél vehículo especialmente diseñado para trasladar un cuerpo en un atáud o féretro y es únicamente utilizado por las delegaciones funerarias para desplazar un cuerpo desde el tanatorio hasta el lugar en el que tendrá lugar el entierro o cremación.
En pueblos con menos habitantes en los que el recorrido desde el velatorio o iglesia hasta el cementerio es corto es normal ver cómo los familiares y amigos del difunto siguen al coche fúnebre en procesión y andando.
¿Cómo son los coches fúnebres? diseño y características
El diseño de un coche o carroza fúnebre es perfectamente reconocible.
Se trata de vehículos con chasis especialmente largo y tipo vagón que cuenta con las medidas adecuadas para transportar cualquier tipo de féretro, así como los arreglos florales funerarios que familiares y amigos han aportado para expresar sus condolencias.
El coche se divide en dos partes: la cabina del conductor, en la que caben 3 personas y la parte trasera en la que se instala el ataúd con la persona fallecida, esta zona del vehículo suele tener cristales transparentes para verlo desde el exterior.
Un punto especial a remarcar es la fijación del féretro al coche para evitar movimientos y posibles accidentes.
Para hacerlo bien, estos coches disponen de unos armazones metálicos que garantizan la seguridad del viaje en la caja fúnebre hasta el cementerio.
Es la propia funeraria la que dispone de una flota de coches fúnebres que pone a disposición de los clientes.
A veces, con el objetivo de transportar los arreglos florales funerarios enviados por familiares y amigos del difunto se emplea más de un vehículo de este tipo.
Marcas y modelos populares de coches funerarios
El coche fúnebre es considerado un vehículo de lujo y por ello, marcas como Cadillac, Lincoln, Mercedes-Benz, Jaguar, Dodge o Chrysler son las que los fabrican en mayor medida este tipo de vehículos.
Eso sí, ninguna de las marcas mencionadas tiene un catálogo de vehículos fúnebres ni los promociona como tal por el miedo de que la gente asocie la muerte a su imagen de marca.
Además, estas marcas trabajan de forma similar fabricando el vehículo y, después de su fabricación adaptan el modelo a un diseño de coche fúnebre.
¿Dónde comprarlos?
Las empresas funerarias interesadas en comprar un vehículo funerario se dirigirán a las oficinas de la marca en cuestión para solicitar modelos y precios.
Estos coches pueden comprarse totalmente nuevos, pero también pueden comprarse en el mercado de segunda mano, aunque no suele ser la opción habitual.
Historia y origen de la carroza fúnebre
Las primeras reseñas de vehículos funerarios datan del siglo XVI y se localizan en Inglaterra, país en el que se utilizaban caballos para mover a las carrozas fúnebres de aquel entonces.
La utilización de estos vehículos especiales vino originada por las prohibiciones de enterrar a los fallecidos dentro de las ciudades, con el consiguiente desplazamiento de los restos mortales que esto conllevaba.
Por matizar todavía más, fue George Shilliber el inventor del primer coche fúnebre conocido a través de su marca: “Shillibeer´s Funeral Coaches”.
En esta época era habitual utilizar una serie de elementos a través de los cuales se podía saber si la persona pertenecía a clase alta o si era hombre o mujer:
- Si la persona pertenecía a la burguesía o a la aristocracia, el vehículo mostraba plumas de avestruz. Cuántas más plumas, más rica era la familia.
- Cuando los caballos eran negros, se trataba de un hombre.
- Cuando los caballos eran blancos, el fallecido era mujer, aunque también se utilizaban para hombres solteros.
Decir también, como dato curioso, que cuando el propietario de la funeraria no disponía de caballos del color correspondiente, los teñía para realizar el servicio, adaptándose así a las costumbres del momento.
Ya en 1907, y atendiendo a lo publicado en la Revista Scientific American, podemos hablar de coches fúnebres con motor, pero los caballos no se sustituyeron hasta 1920.
El estilo de coche sobrio que conocemos actualmente no comenzó a utilizarse hasta después de 1945, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial.